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Los idiomas, la parte del león de las clases particulares en España

Las familias españolas dan una gran importancia a la educación de sus hijos (y en consecuencia hacen un importante esfuerzo económico en esa línea). Buena parte de ese esfuerzo se plasma en las clases particulares. Más o menos la mitad de esas clases son de idiomas; y el inglés es, de lejos, el idioma más demandado.

Es muy probable que ya te imaginaras todo esto, pero ahora además puedes verlo explicado y confirmado con cifras y letras en el reciente informe de Juan Manuel Moreno y Ángel Martínez Jorge en para EsadeEcPol, Educación en la sombra en España. Puedes descargártelo aquí.

En ese informe venimos a confirmar varios hechos que en iEduex, como agencia especializada en programas de estudios en países de habla inglesa, nos parecen sumamente interesantes. Y no tanto por aquello de que el inglés es el rey, que era sabido, sino por otros que… Bueno, de eso os hablamos en este artículo.

Una radiografía de las clases particulares en España

El informe viene a matizar algunas informaciones procedentes de otras encuestas y precisar numerosos datos acerca de un terreno siempre nebuloso por su visibilidad relativa. En titulares, el gran dato es que el porcentaje de estudiantes de primaria y secundaria que reciben clases particulares es del 47 %; el gasto medio por estudiante y año, 270 €.

Lo más interesante, como suele ocurrir, llega con los matices. En las etapas de ESO y Bachillerato aumenta esta proporción, y varía si hablamos de alumnos de la red pública o de la red privada. Más concretamente, el 51 % de estudiantes de ESO y el 56 % de estudiantes de Bachillerato en la pública reciben clases particulares; en la privada, las cifras suben al 63 % y al 74 % respectivamente.

Otro aspecto muy interesante que revela este estudio es a qué se destina el gasto, es decir, ¿las clases son para reforzar y recuperar, o para perfeccionar y ampliar? Resulta que en España, por cada tres euros gastados en clases particulares, dos se destinan al perfeccionamiento de competencias, no al refuerzo de aprendizajes curriculares.

Lo que más, los idiomas; y el que más, el inglés

También ha llamado la atención de todos los analistas algo que se intuía, pero no se podía afirmar a ciencia cierta: las clases particulares de idiomas representan la mayor partida de gasto, con nada menos que un 46 % del total. O sea, que casi la mitad de lo que nos gastamos los españoles en educación no reglada lo dedicamos a idiomas.

Este porcentaje es ligeramente más alto, como cabía imaginar, en ESO y en Bachillerato. Y, aunque el informe no entra en detalles acerca de los idiomas más o menos demandados, da por supuesto (igual que nosotros) que el inglés representa un porcentaje abrumadoramente mayoritario dentro de este rubro.

No cabe sino preguntarse por las causas de este fenómeno que no deja de ser llamativo, y probablemente sean diversas. Queremos creer que las familias son conscientes del valor de dominar otros idiomas (en particular el inglés) en cualquier ámbito educativo y profesional. Pero los autores del informe llegan a otras jugosas conclusiones…

Formacion

De asunciones, quintiles y suelos de cristal

Resulta que desagregando datos por categorías y por quintiles de gasto los autores extraen dos enseñanzas muy reveladoras. Una, cuanto mayor es el gasto en educación no reglada, mayor es la proporción destinada a idiomas (del 39 % en el quintil 1 al 56 % en el quintil 5); y dos, la inversión en clases particulares de idiomas va orientada principalmente al perfeccionamiento de competencias y no tanto al refuerzo.

Para entender esto mejor hay que hacer más explícitas algunas consideraciones así como la metodología de los autores.

  • La distribución de la población contemplada en el estudio se hace en quintiles de gasto, es decir, dividiéndola en cinco partes de igual número de individuos en función de su gasto en educación no reglada.
  • Los cuatro tipos de clases particulares que definen son:
    • Materias centrales del currículo escolar
    • Aprendizaje de idiomas
    • Clases de materias artísticas
    • Otros cursos
  • Se asume que el gasto en idiomas se relaciona mayoritariamente con la función de “ampliar y perfeccionar” conocimientos; los propios autores reconocen que el currículo también engloba el estudio de idiomas, y en parte podrían relacionarse con la función “reforzar y recuperar”.
  • Se asume también que los quintiles más altos (con mayor gasto en clases particulares) proceden de los grupos de población con mayor nivel adquisitivo. Esto parece confirmado por los datos por titularidad del centro, pero hay margen para familias de clase media que hacen un esfuerzo económico suplementario en educación.

Los autores concluyen que “es evidente que las clases de idiomas son una gran prioridad en todos los quintiles de gasto, y en todas las etapas educativas, si bien son los estudiantes del quintil superior los que, con gran diferencia, más clases particulares de idiomas reciben”.

¿Qué queremos realmente cuando invertimos en clases particulares?

El estudio muestra que esta afirmación encajaría con la tendencia actual en Europa: los que menos invierten en educación (supuestamente familias con menos capacidad económica) lo hacen en materias curriculares centrales (matemáticas, lengua, etc.) y para reforzar deficiencias educativas; los que más invierten lo hacen para asegurarse una ventaja comparativa.

En último término, todo esto nos invita a plantearnos un par de reflexiones. La primera es que podría ser muy interesante para las familias plantearse una estrategia de inversión en educación. ¿Para qué, cómo y cuánto vamos a invertir? ¿En qué materias, en qué momentos, en qué actividades?

La segunda tiene que ver más con la manera de considerar una experiencia formativa de calidad, y en el caso de aprender de inglés o cualquier otra lengua tenemos el mejor ejemplo de ello. En un momento dado hay que elegir entre “ir a mínimos”, parcheando las dificultades que plantea a veces a los alumnos la educación reglada, o marcar la diferencia con una forma de aprender que abra a los jóvenes al mundo.