Estudiar secundaria en inglés, esa gran ventaja comparativa laboral
El nivel mediocre de inglés de los españoles es uno de esos tristes tópicos que sí se cumplen. Y es especialmente triste porque es uno de esos males que se conocen de sobra, y también el remedio, pero que no terminan de solucionarse; al menos, conforme a un plan colectivo. Es algo que cada uno debe trabajarse por su cuenta.
Se mire donde se mire, se nota. En las encuestas internacionales sobre competencias idiomáticas, en las comparativas entre los sistemas educativos de los distintos países, en una escena cotidiana cualquiera en la que un español se esfuerza con sus magras herramientas por comprender y expresarse en inglés. Y en el mercado laboral, tanto interno como externo.
Es lo que transmite este informe del Colegio Europeo de Madrid sobre el destino de sus egresados, con una fuerte formación en idiomas: el 14 por ciento de ellos hace carrera fuera de nuestras fronteras. Es también lo que ha motivado esta entrada de nuestro blog, reflexionar acerca de la ventaja comparativa que supone, en términos profesionales, estudiar secundaria en el extranjero.
Una gran ventaja en el mercado interno
Si partimos de la base de que el nivel medio en idiomas en general y en inglés en particular de los estudiantes que salen de la secundaria deja que desear (algo que parece más que constatado), es fácil suponer que los jóvenes que hayan conseguido formarse hasta alcanzar un nivel avanzado contarán con una baza muy poderosa a la hora de encontrar un trabajo.
Y decimos “un trabajo”, así en general, con toda la intención; porque ningún ámbito laboral está exento de buscar profesionales con conocimientos sólidos en inglés (y en otras lenguas). Conocimientos en términos ante todo prácticos, es decir, que sepa comunicarse de una manera lo más fluida y funcional posible.
Esto es especialmente cierto en sectores tan dispares como la educación, las finanzas, la hostelería, la investigación, el comercio, el marketing… En realidad, en un mundo interconectado como el nuestro, el inglés ayuda (si no es que resulta indispensable) en casi cualquier tarea de nuestro día a día.
Una necesidad en el ámbito internacional
Pero es al cruzar la frontera cuando de veras se siente el peso específico de un dominio adecuado del inglés. Y si hablamos de trabajar en el extranjero, estamos hablando de una verdadera necesidad, prácticamente inalcanzable (o a costa de mayores esfuerzos) si partimos de un nivel de conocimientos demasiado elemental.
Ganarse la vida fuera de casa puede ser una opción atractiva, pero a veces también es una necesidad. Sea como fuere, un dominio fluido del inglés ha permitido a muchos españoles desplegar sus capacidades en entornos más favorables, y a buen seguro cualquiera de nosotros tenemos una pequeña muestra cerca.
Y aparte del propio conocimiento del idioma, y con un valor a veces incluyo mayor, está el conocimiento que el antiguo alumno que estudió secundaria en inglés tiene no ya del sistema educativo del que puede ser su país de destino, sino de su sociedad, de su vida cotidiana y de su forma de hacer las cosas.
Las ventajas de estudiar fuera más sutiles…
Esto último nos lleva a otras ventajas comparativas menos visibles de estudiar secundaria en inglés, pero no por ello menos significativas. Quien ha realizado un año académico en el extranjero ha demostrado su capacidad para estudiar en otra lengua, una capacidad nada despreciable a los ojos de cualquier recruiter del ancho mundo por lo que implica en cuanto a adaptabilidad.
Y, más importante aún, ese estudiante ha sobrevivido a un año viviendo de manera casi autónoma. Ha mostrado que puede gestionar su tiempo y sus recursos, tiene la disciplina y la proactividad necesarias, así como la fortaleza emocional que tanto se valora en el universo laboral actual y por venir. Bienvenidos al mundo de las soft skills.
Una estancia de estudios en un país anglófono (o en cualquier otro) es el entrenamiento perfecto de numerosas habilidades blandas como la resiliencia, la consciencia intercultural, la resolución de problemas…. Habilidades todas ellas muy valoradas en un mercado laboral en el que la flexibilidad y la capacidad de aprendizaje continuo tienen una importancia capital.
Lo que no está en los escritos
Y terminamos por la última ventaja, la que nunca se menciona; y no porque no sea clara o porque no tenga un impacto positivo en cualquier desempeño profesional, sino porque suele verse como un patrimonio muy personal de quienes viven la experiencia de realizar un curso escolar en Estados Unidos o cualquier otro destino similar, como Irlanda, Reino Unido o Canadá.
Nos estamos refiriendo, cómo no, a la “marca” que deja en el individuo la propia vivencia en sí misma y entendida en un sentido amplio. Los estudiantes quedan, efectivamente, marcados de alguna manera por esta experiencia vivida en el momento clave de la adolescencia. Es sutil, difícil de precisar, pero quien lo vive sabe que está ahí.
Hablamos de esa actitud abierta, positiva y empoderada hacia la vida. De saber que en el mundo hay barreras y dificultades, pero que esas barreras pueden superarse, y que tras ellas hay nuevos y estimulantes horizontes. Que hay todo un mundo ahí fuera para explorar, y que un idioma extranjero no es un límite, sino una puerta, una herramienta que nos permite llegar donde otros no pueden. Y, si queremos, quedarnos allí.
Que nada te pare
Si ya has tomado la decisión de estudiar secundaria en inglés, nosotros te ayudamos a encontrar el destino perfecto para ti en Estados Unidos, Canadá, Irlanda o Reino Unido. ¡Infórmate en nuestro blog o en nuestras redes sociales!