Miami, dulce sabor hispano
La ciudad-puerto de Miami se encuentra en la parte sureste de Florida, regada por el río que da nombre a la ciudad, entre el Océano Atlántico y el Parque Nacional de los Everglades.
Su fundación se estima que se produjo el 28 de junio de 1896, en la antigüedad era poblado por tribus indígenas tales como los taquesta, mayaimi y los calusa. Posteriormente fue invadida por los españoles y la Florida se manutuvo bajo control español durante aproximadamente tres siglos.
Pero fue a partir de esa fecha de 1896 cuando la población comenzó a aumentar debido al crecimiento urbano que provocó la línea de ferrocarril hasta Miami con el fin de construir un lujoso hotel, a la recién creada ciudad llegó gente de distintas partes del mundo, así como culturas diferentes.
En la actualidad, en la ciudad de Miami conviven alrededor de 400.000 personas en una extensión de 91 km cuadrados, lo que supone, ser una de las ciudades más pobladas de EEUU.
Su clima tropical provoca unos veranos muy calurosos y húmedos y los inviernos templados y secos, la mayoría de las precipitaciones suceden en verano, teniendo temporadas de huracanes, las tormentas normalmente se dan por la tarde, mientras que en la estación invernal la sensación de humedad es considerablemente más baja y su temperatura no desciende de los 10 grados centígrados.
En cuanto a sus habitantes la mayoría son de origen cubano, y en menor presencia se hacen notar ciudadanos originarios de Honduras, Haití, R. Dominicana o Colombia entre otros muchos. La lengua Hispana por lo tanto está muy presente, se estima que es el primer idioma con un 65% de hablantes frente a un 25% que tendría la lengua inglesa, el tanto por ciento restante se lo reparten lenguas de distintos lugares del mundo como puede ser el criollo haitiano, francés, italiano, árabe, etc.
A la hora de visitar esta bella ciudad, elegida por muchísimos famosos para fijar su residencia en lujosas mansiones, no deberíamos dejar de acudir a lugares como, por ejemplo: Miami Seaquarium, Villa Vizcaya con su jardín botánico o museo, el parque zoológico de Jungle Island, el parque de Bill Bagss Cape –Florida –state Park o el Castillo de Coral y museo.
Aparte, de disfrutar de sus playas tropicales, South Beach y el sol, que invita al viajero a entregarse a las aguas cristalinas que predominan en su territorio. La gran cantidad de sangre latina que hierve en sus clubs nocturnos y en sus calles, hacen que se pueda disfrutar de bailes caribeños como la salsa.
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