Tendencias 2025 en las estancias de estudios de secundaria en el extranjero

La idea de realizar una parte de nuestros estudios en el extranjero puede ser tan emocionante como desafiante (¡tanto para los estudiantes como para sus familias!). Parte del desafío se debe a la evolución de las dinámicas y las tendencias de este “mercado”, que puede condicionar, y mucho, nuestro futuro.

Para las familias interesadas en brindar a sus hijos las oportunidades de estudiar un curso de secundaria en un entorno angloparlante, entender estas tendencias no solo ayuda a contemplar nuevos horizontes y tomar una decisión más informada, sino que también aumenta las posibilidades de que la experiencia sea más enriquecedora y memorable.

Sin hacerte un espóiler del artículo (te lo vas a tener que leer, aunque sea por encima), sí te anticipamos que en líneas generales se confirman las tendencias que se afianzaron tras la pandemia de coronavirus de 2020 y, sobre todo, se refuerzan los principios: estudiar fuera ya no es un capricho, es una ventaja estratégica decisiva.

1.      Una excepción de camino a convertirse en la norma

Llámalo globalización para simplificar si quieres, pero el aumento de la competitividad laboral (en cantidad y en calidad) va de la mano de una mayor facilidad para realizar estudios internacionales; los precios del transporte y el alojamiento son más accesibles que nunca.

Como consecuencia necesaria, cosas del mercado, cada vez más estudiantes de secundaria están ante perspectivas muy reales para estudiar fuera. Esto “tira” de quienes no se lo plantean; a la larga, estudiar fuera será lo más normal, ¿o nuestros hijos jugarán en dos “ligas” distintas?

2.      Destinos no anglófonos para aprender inglés

Sí, toda una paradoja… Que viene ocurriendo desde hace algunos años. Principalmente por una cuestión económica, aparecen destinos “alternativos” con Malta como caso paradigmático: relativamente exóticos, con cierto trasfondo anglófono y sobre todo más baratos. Estos destinos seguirán su tendencia ascendente. La gran duda es si los veremos consolidarse como primera opción. Todo apunta a que no.

3.      Asia, la gran cantera

Otro fenómeno que ya viene ocurriendo desde hace años y que irá en aumento en 2025 es la abrumadora mayoría de estudiantes procedentes de países asiáticos en todos los destinos de estudios, sean o no anglófonos. Lógico por una pura cuestión demográfica, pero también por el creciente desarrollo económico de países como China e India principalmente (pero también Corea del Sur, Indonesia o Turquía.

4.      El afianzamiento de los programas “híbridos”

Para entendernos fácil y rápido, esto es el volcado de las estancias de estudios en el extranjero al entorno “mixto” físico-digital. O sea, una mezcla entre la estancia presencial de toda la vida y la formación a través de plataformas en línea.

Así, cuando veas por ahí programas de estudios internacionales blended, ya sabes a lo que se refieren: a experiencias más flexibles y sin duda más económicas, pero también con una menor capacidad de transformación del estudiante.

5.      Corta duración, ¿alto impacto?

Otra apuesta que se consolida, y que ofrece buenas perspectivas tanto para los centros educativos como para las familias: las estancias cortas (de tres meses o menos). Supone menores exigencias y necesidad de compromiso en todos los sentidos, aunque en términos de resultados y aprendizaje vital y académico el rendimiento sea comparativamente menor. Ideal para preadolescentes y para una primera experiencia de estudiar fuera.

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6.      Experiencias más culturales, más inmersivas

¿Te acuerdas de lo de los programas mixtos? Pues en el polo opuesto, y mucho más en línea con nuestra filosofía, están los programas que apuestan decididamente por la inmersión lingüística y cultural.

Subrayamos lo de “y cultural”; cada día somos más conscientes de que ambas cosas van de la mano. ¡Menos mal! No todo es gramática y vocabulario, y los programas de excelencia ponen el acento en actividades fuera del aula, excursiones y el alojamiento en familias anfitrionas.

7.      Mucho ojo con la salud mental

Otra dinámica que viene de atrás y que está directamente relacionada con una realidad más amplia que la educación en sentido estricto. El bienestar emocional se convierte en una prioridad de primer nivel en todos los programas de estudios internacionales dignos de tal nombre, en especial en secundaria. También porque las familias se fijan más en ello.

8.      La personalización, la evolución clave

Puede que todavía no esté claro ni siquiera dentro del gremio, pero probablemente sea el hecho diferencial de la próxima década: las familias demandan cada vez más una personalización de la experiencia de estudios en el extranjero.

¿Qué significa esto en términos prácticos? Se plasma principalmente en la flexibilidad de los planes de estudios, el fomento del desarrollo de habilidades blandas y la adaptación de contenidos curriculares mediante IA.

9.      ¿Qué pasa con las becas para estudiar fuera en secundaria?

En esto (triste, pero cierto) también seguimos la estela de los últimos años: el auge de la demanda NO va acompañada de una ampliación de la oferta de becas. En este sentido, ayudas económicas para estudiar secundaria en Estados Unidos como las de iEduex siguen siendo noticia, por desgracia. Nada apunta a que la tendencia vaya a invertirse en 2025 ni en adelante.

10.      ¡Estancias de estudios para toda la familia!

Sí, van apareciendo programas (de verano, por el momento) así. ¿Qué te parecería realizar la estancia en el extranjero en familia? ¿Te imaginas estudiando fuera con tus hijos (o con tus padres)? Una perspectiva tal vez emocionante (o no 😅), pero (no nos engañemos) más en el plano del ocio que en el del aprendizaje. Por lo que tiene de minoritario (a ver quién puede permitírselo) y por su bajo impacto formativo.

Universalización, inmersión, personalización

Más estudiantes, más experiencia, más individuales; así serán las estancias de estudios de secundaria en el extranjero en el futuro. ¿Cómo quieres que sea la tuya?