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Estudiando en el extranjero, ¿qué formas de pagos son mejores?

IMAGEN DE PORTADA: Currency Exchange en flickr

Es una de las preocupaciones que, como el Guadiana, aparecen y reaparecen de vez en cuando en nuestra mesa cuando preparamos las estancias de nuestros estudiantes de secundaria en USA, Canadá, Irlanda o Reino Unido: ¿cómo voy a hacer para pagar y recibir dinero? No es poca cosa, pero como casi todo en la vida tiene solución.

Nuestro objetivo principal con este post es que puedas garantizarte una autonomía económica durante tu estancia de estudios en el extranjero. Depender de la host family para que te hagan de intermediarios no es bueno ni para ellos ni para ti; simplemente, no es negociable. Sobre todo, porque hay opciones mejores…

De eso vamos a hablarte, de las cinco principales opciones que puedes manejar y compaginar para hacer y recibir pagos con toda la facilidad del mundo. Lo ideal es combinarlas para poder usarlas como mejor te convenga en cada caso. Aunque, eso sí, algunas son más funcionales que otras…

Plan A: la tarjeta bancaria

Sin duda, la mejor opción. La tarjeta, sea de crédito o de débito, te permite obtener efectivo con toda facilidad; solo tendrás que localizar tu cajero automático más cercano (o el que te ofrezca las mejores condiciones) y convertirlo en tu fuente de dinero en metálico (que al final es el mejor) de cabecera.

Y, por supuesto, también te sirve para hacer casi todo tipo de compras y pagar directamente con ella en casi cualquier comercio. Solo debes tener en cuenta que si estás fuera de la zona Euro, se te aplicará una comisión por cambio de divisa. O sea, si estás haciendo un curso en Irlanda, no te cobran; si estás estudiando un año académico en Canadá o Estados Unidos, sí; y en Reino Unido… Pues también.

En cuanto a la elección de la tarjeta, eso es un mundo, aunque ya te decimos que hay algunas con claras ventajas y que son muy recomendables. Te remitimos a esta entrada que hicimos hace tiempo con todo lo que tienes que tener en cuenta para elegir y algunas tarjetas con condiciones ventajosas. Nosotros últimamente recomendamos la tarjeta visa de débito Tú NX de Abanca.

Plan B: ¡mama, hazme un Bizum!

Pues sí. El Bizum sería el sistema ideal de no ser por un par de detalles. Uno, solo funciona entre cuentas españolas, o sea, con IBAN español (sí, tienen que empezar por “ES”). Y dos, implica una transferencia de cuenta a cuenta, pero no te pone el dinero en la mano; o sea, que si quieres usarlo tienes que tirar de tarjeta (lo que nos devuelve al plan A).

Por lo demás está muy bien, y es una manera eficaz de que te hagan llegar dinero a tu cuenta, y te puede servir para hacer pagos en cuenta a otros estudiantes que se encuentren cerca de ti (algo que puede ser muy útil en un momento dado), independientemente de si el teléfono es español o no.

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Plan C: a ver con el móvil… Y con PayPal

Si tienes un móvil con tecnología NFC sería otra opción a tener muy en cuenta, porque es como andar con tu tarjeta integrada en tu móvil, y puedes hacer cualquier pago en cualquier establecimiento que acepte pago con plástico. Lo único que necesitas es la aplicación adecuada: la de tu banco, tu marca de móvil o del señor Google.

Con PayPal también puedes hacer un montón de cosas. El paradigma de las empresas de transferencias y pagos en línea ofrece opciones diversas, tanto el pago en establecimientos mediante el móvil y un código QR como la transferencia de fondos sin tarjeta.

El inconveniente sigue siendo el de siempre: así no conseguirás dinero en efectivo. Puede que esto no te parezca un problema grave porque, es cierto, cada día es más fácil pagarlo todo con plástico o en línea, pero como te encuentres con un caso en el que no es posible, te acordarás de ese viejo consejo de abuelo de llevar siempre algo de dinero en el bolsillo…

Plan D: los giros y las agencias de envío de dinero de persona a persona

Esa preocupación por el efectivo nos puede llevar a plantearnos la clásica opción del giro postal y de este tipo de agencias, para entendernos, tipo Western Union, no menos clásicas. El caso es que tienen sus ventajas, entre las que destacan, aparte de esa disposición del dinero en metálico, la rapidez y sencillez del proceso.

En contra (sí, todo tiene sus contras): hay que afrontar ciertas tarifas y comisiones (y a veces tasa cambio poco ventajosas) que pueden resultar pesadas, y además es necesario que tengas a mano una oficina o sucursal donde efectivamente puedas retirar el dinero, lo que puede pillarte más cerca o más lejos, pero siempre supone un trastorno. Así que puede ser un buen sistema para emergencias, pero no para el día a día.

Plan E: ¿y si me hago una cuenta?

Una cuenta en el país de destino, se entiende: desaconsejado totalmente. Entre las condiciones, el papeleo y el tiempo, es muy probable que no te merezca la pena abrir una cuenta. Si lo piensas, ¿para qué la quieres, para tener una tarjeta? Ya tienes una española (ver plan A); y si es por las comisiones, las de transferir dinero a esta cuenta extranjera desde tu cuenta española eliminan cualquier posible ventaja.

El dinero no es problema…

Como ves, disponer de efectivo o tener la posibilidad de hacer compras y pagos con tarjeta no será un problema en tu estancia de estudios en un país de habla inglesa. Y si echas un ojo a nuestro blog, verás que casi todas tus preocupaciones tienen solución…