Técnicas de estudio de inglés: la inmersión es la reina
A todos se nos ha atravesado alguna vez una asignatura. Cuando nos pasa con un idioma extranjero, y sobre todo si se trata del inglés (la herramienta de comunicación internacional por antonomasia), saltan las alarmas; no es algo que podamos permitirnos. En este sentido, una buena batería de técnicas de estudio de inglés es imprescindible para solucionarlo.
Todos lo sabemos, y de ahí la proliferación de colegios bilingües y cursos presenciales u online de inglés. Pero no vamos a andarnos con paños calientes: la mejor manera de aprender un idioma extranjero es por inmersión y el inglés no es, lógicamente, una excepción.
Así que la orientación de este artículo es doble. Por un lado, darte una batería de técnicas de estudio específicas para estudiar la lengua de Seshperare Chespikere Sarespekare Shakespeare y, por otro, señalarte las ventajas de la técnica reina: la inmersión cultural.
Inmersión, inmersión y más inmersión
Tengamos presente que nuestra aspiración es llegar a dominar la lengua que estudiamos como si fuera la propia, pero claro, no todos tenemos la suerte de crecer en un contexto bilingüe. La mejor forma de aproximarnos a ello es vivir en un contexto donde el inglés sea la lengua de uso cotidiano.
En un proceso de inmersión cultural se consigue lo que otras técnicas de estudio de inglés intentan imitar: comprender, expresarse, pensar e incluso soñar (vivir, en definitiva) en un contexto anglófono. Como podrás imaginar, cuanto más real y prolongada sea esta experiencia, más efectiva resultará. Sin duda es más exigente que ir a clases particulares tres horas por semana, pero también mucho más gratificante.
Quienes viven un periodo de inmersión cultural tienen una ventaja difícil de imitar. Aparte de mejorar cosas como la pronunciación, la sintaxis o el léxico, acceden a un repertorio cultural al que es difícil llegar “desde fuera”. Por no hablar de lo mucho que nos aporta una experiencia así en nuestra formación como individuos autónomos y abiertos a la diversidad cultural.
Así, estudiar un curso en Irlanda, pasar un año académico en EE.UU., viajar una temporada por Australia, realizar unas prácticas en Sudáfrica, estudiar en un colegio inglés o hacer un curso escolar en Canadá es la forma más fiable, divertida y eficaz de mejorar tu inglés de verdad. ¡Y de vivir toda una aventura!
Otras técnicas que pueden ayudar
De todas maneras, existen varias técnicas que también pueden ser útiles para mejorar nuestro inglés. Ya que estamos aquí, no cuesta nada probar, ¿no? Aquí te presentamos nuestra pequeña lista de técnicas específicas:
El espacio y el estilo
Esto, más que una técnica, es una advertencia previa. Y doble:
- Habrás oído mil veces que es importante tener un espacio de estudio adecuado, y por adecuado se entiende ergonómicamente apto, ordenado y tranquilo. Es muy cierto, pero relativicemos: a veces se aprende más hablando en el parque que en el escritorio.
- Hay tres grandes estilos de aprendizaje: auditivo, visual y kinestésico. Y tu aprendizaje se verá muy facilitado si usas las técnicas más adaptadas a tu estilo. Mira este resumen orientativo.
Un poco cada día
A esto también lo llaman ahora “práctica distribuida”, pero vamos, que viene a ser un poco la técnica del “partido a partido” llevada al estudio de idiomas, en los que poco aprovecha lo de meterse sesiones maratonianas.
Y cuando decimos un poco, es de verdad un poco. Unos 15 minutos diarios es suficiente, sobre todo porque tenemos otras cosas que hacer (y asignaturas que estudiar). Esto de los idiomas es una carrera de fondo, así que con calma.
Interacción con nativos
No hace falta insistir mucho en este punto: lo ideal es practicar con hablantes nativos de inglés. Es interesante leer o escuchar el idioma que estudiamos, pero lo mejor es practicarlo activamente. Internet nos lo pone muy fácil en este sentido.
Sea por escrito en redes sociales, en intercambios por videoconferencia o (mejor aún) en persona, la interacción pone a prueba todas tus competencias idiomáticas. Y, aunque lo importante es poder comunicarse, no dudes en pedir a tu interlocutor que te corrija para poder mejorar.
Música, películas y juegos
A estas alturas nadie duda de que se aprende más y mejor si nos divertimos en el proceso. Así, escuchar canciones que nos gusten, ver algún episodio de nuestra serie favorita o, directamente, los juegos interactivos son estupendos ejercicios de aprendizaje.
Pero no estaríamos hablando de técnicas de estudio de inglés si no primara el aspecto pedagógico; así que procura fijarte en las estructuras y compararlas con las que estudias en clase, hacer listas con el vocabulario que no conozcas, investigar las expresiones coloquiales…
Tus propios proyectos… en inglés
¿Quién ha dicho que aprender inglés pasa por estudiar lo que te manden? Bueno, también, pero estudiando por gusto se aprende más y mejor. Elige un tema que te apasione (la mitología egipcia, la vida de un actor, las vacas lecheras, lo que sea) y métete a fondo… pero en inglés.
Si algo tiene el inglés (y precisamente por eso es tan importante dominarlo) es que es la lingua franca de nuestro tiempo. O sea, que siempre encontrarás mucha información sobre cualquier cosa en este idioma. ¡Aprovéchalo! Al principio te costará más, pero verás cómo progresas…
Simulacros de exámenes
Entre las técnicas de estudio de inglés (y cualquier otro idioma) destaca, sin duda, el simulacro de examen. Nos permite conocer nuestro nivel y hacernos una idea muy precisa del tipo de contenidos que podemos encontrarnos en una prueba real.
Hay un montón de simulacros de diferentes pruebas de inglés: de los exámenes de Cambridge, TOEFL, IELTS, etc., y los encontrarás fácilmente online. Todos son útiles para estudiar, pero si tienes un objetivo concreto deberás afinar un poco más. Por ejemplo, si quieres pasar un año académico en EE.UU lo tuyo sería la prueba de inglés ELTiS…
Con estas técnicas de estudio de inglés lo tendrás más fácil
En resumen: puedes emplear estas técnicas para mejorar poco a poco tus resultados, pero si se te plantea la oportunidad de estudiar inglés en el extranjero, no lo dudes…