Béisbol y barbacoa: ¿hay algo más americano?
Si vamos a hacer un curso de secundaria en Estados Unidos es porque queremos perfeccionar nuestro inglés hasta un nivel prácticamente nativo y mejorar nuestro currículum académico con un broche de oro; pero también conocer otra cultura y vivir una experiencia increíble ¿o no? ¡Pues vamos de barbacoa y al béisbol!
En los últimos meses hemos traído a nuestro blog muchos de esos aspectos culturales estadounidenses idiosincráticos (o sea, tipiquísimos de este país) que están más relacionados con la vida estudiantil. Que si la fiesta de graduación, que si la spirit week, que si el cheerleading… Y nos hemos dado cuenta de que nos faltaba una cosa muy muy pero que muy americana que gusta mucho mucho…
Así que hoy le toca el turno a un fenómeno de esos a los que es difícil ponerle nombre, pero que llamaremos baseball & BBQ (o béisbol y barbacoa, nos entendemos) y que son tremendamente populares en casa del Tío Sam. Y sobre todo, en verano (claro). Así que fuera prejuicios y a vivir the American way of life en primera persona, ¡y de verdad!
Dos cosas distintas pero que van muy bien juntas
Una cosa es el béisbol y otra las barbacoas, está claro. Pero en la mentalidad americana son cosas que van juntas. No siempre, evidentemente (no es que no pueda haber partido de béisbol sin barbacoa y al revés), pero hay algo que les incita a asociar la ingesta de grandes cantidades de carne y asistir a un interminable partido de pelota base.
Seguramente sea por la naturaleza de esas dos cosas. Las barbacoas son, ante todo, eventos sociales, aparte de toda una tradición en la cultura norteamericana. Esto es especialmente cierto en el llamado “BBQ belt” (el Viejo Sur del país), con estilos regionales, vocabulario propio, roles y dinámicas establecidos, guarniciones tan imprescindibles como la propia carne…
El béisbol también es una cosa más social que deportiva (salvo para los jugadores, y ni siquiera). En estos encuentros, larguísimos para cualquier estándar (el partido medio dura más de tres horas, aunque eso puede tener los días contados), la pelota y el bate son lo de menos. Se trata precisamente de encontrarse, de divertirse, de socializar.
El tailgating
Te preguntarás cómo se hace esto de juntar barbacoa y béisbol. Es decir, si la barbacoa se hace antes o después del partido… Ambas opciones son posibles. Por ejemplo, sería muy probable que una familia (tu host family, por ejemplo) invitara a otra a pasar la tarde en su jardín, hacer algo a la parrilla y ver el juego en la megapantalla plana del salón. O juntarse entre amigos para ir al campo y luego pasar por un BBQ joint o un shrine (un buen restaurante de barbacoa).
Pero también puede ser durante. Es el americanísimo fenómeno conocido como tailgating, que viene a consistir en grupos de gente (normalmente jóvenes, pero no necesariamente) que se juntan en los aparcamientos de los estadios deportivos, abren los portones traseros de sus coches (de ahí el nombre), ponen música, sacan una mesa, algo de beber y preparan unas barbacoas de cuidado.
Si crees que estamos hablando de un botellón a la americana… No vas desencaminado, pero esto es algo más. Para empezar, el público es algo más familiar. Cierto que se consume alcohol, pero el objetivo va más allá: se trata de divertirse. Por eso suele incluir juegos típicos (los tailgate games): cornhole, horseshoes, chippo y cualquier cosa que se parezca a los bolos o al golf.
Desde el instituto
Puede que el tailgating sea una forma divertida de pasar la tarde del domingo combinando barbacoa y béisbol, puede que sea una horterada como un castillo; pero lo que es seguro es un fenómeno cultural que te encontrarás casi fijo durante tu estancia de estudios en Estados Unidos. Y decimos casi fijo porque también se hacen en el ámbito de la educación secundaria.
No hará falta que te digamos lo importantes que son los deportes de equipo en la high school en Estados Unidos (porque ya lo hemos hecho), y el béisbol es uno de los más practicados, de los más queridos y de los más emblemáticos. Así, los partidos del equipo de béisbol son acontecimientos de primer nivel para toda la comunidad estudiantil.
Y como el que a los suyos se parece honra merece, es lógico y normal que los jóvenes estadounidenses reproduzcan a nivel institutero ese parquineo con carnaza que es en esencia una tailgate party. Incluso organizado por los propios centros como uno más entre los eventos sociales y de ocio que realizan a lo largo del año. Pero en este caso sin alcohol y con muchos más juegos, claro.
Un baño cultural (algo lento y muy grasiento)
¿Qué cabe esperar pues de una tarde de baseball & BBQ? Para empezar, lo que no cabe esperar son prisas. Esto va a durar unas cuantas horas, entre comprar y aderezar diversas carnes, preparar el fuego, hacer la cola para comprar las entradas o entrar al campo, asistir al cansino ritmo de los pitchers, catchers y compañía dale que te pego a la bola y al bate…
¿Y si no te gusta la carne? Bueno, no es el fin del mundo. En las barbacoas no están prohibidas las verduras (es más, algunas como las mazorcas de maíz o la cole saw son imprescindibles), aunque te mirarán algo raro. Y si tampoco te gusta el béisbol, tampoco es grave. Durante el partido es de lo más normal levantarse para ir a beber (¡o comer!) algo, charlar con los amigos o incluso salir antes de que termine.
La verdad es que hasta se agradece que todo esto se desarrolle con tanta parsimonia, por una vez, en un país en el que todo se hace corriendo y tiene que ser para ya. A lo mejor por eso les gusta tanto a los norteamericanos el momento basbeball & BBQ. El caso es que para ti es otra ventana a ese mundo que quieres descubrir…
Un, dos, tres, ¡inmersión!
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