¿Cómo es el sistema escolar canadiense?
Autobús amarillo, pasillos con taquillas, banderas con hojas de arce… y para de contar. Hasta ahí suele llegar nuestro conocimiento del sistema escolar canadiense. Está claro que es poca cosa, al menos para tomar una decisión tan seria como convertirnos en estudiantes internacionales en Canadá durante un curso escolar completo.
Aparte de que sea un sistema con un prestigio enorme, o de que se parezca más o menos al modelo estadounidense (con el que puedes compararlo, sobre todo si es una de las opciones que barajas), en este texto queremos dar respuesta a lo que se pregunta cualquiera que se plantee hacer un año académico de secundaria en Canadá: ¿qué es lo que voy a encontrarme?
Aquí se trata, por lo tanto, de presentarte el modelo educativo de la secundaria canadiense (estructura, calendario, asignaturas, evaluación y otros detalles), pero sobre todo de hacerte sentir cómo sería un día normal en un instituto en Canadá. Bueno, darte una lejana idea. A ver si lo conseguimos.
Así, en general: estructura y calendario
Vamos a dejar para otro día la cuestión de si el centro es público, privado o independiente, y tampoco vamos a detenernos mucho en la gran libertad que tiene cada provincia para fijar su sistema educativo. Digamos simplemente que la autoridad máxima (el school board) es local, siempre que se respeten los currículos provinciales.
En casi todo el sistema escolar canadiense decir high school es decir niveles 9/10-12 del sistema K12, con un rango de edad que va de los 14-15/15-16 a los 17-18 años. Es decir 190 días lectivos entre septiembre y junio, divididos en dos semestres o blocks, con las vacaciones de rigor en navidad (Christmas), marzo (winter break) y abril (Easter break).
El horario normal de una high school en Canadá va de 8 de la mañana a 3 de la tarde, y normalmente (repetimos mucho lo de “normalmente” porque cada centro tiene sus propias prácticas) se imparten cuatro clases extendidas con sesiones de casi hora y media cada una de ellas.
Este sistema tiene la ventaja de permitir sesiones más “intensas” que en teoría permiten profundizar más en un tema. Y normalmente estas clases van alternándose de semana en semana. O sea, si la semana 1 tienes matemáticas a primera hora, la semana 2 será a tercera hora, por ejemplo. La idea es que no se convierta en algo monótono.
Las asignaturas y la evaluación
Otra particularidad del sistema escolar canadiense: los alumnos pueden optar por el modelo general, o bien por el llamado “advanced”, con un nivel algo más alto, que se supone orientado a quienes quieren continuar con estudios universitarios en lugar de asistir a un college, aunque por supuesto no es excluyente.
La oferta de asignaturas se basa en la idea de “pocas obligatorias, muchas optativas”. Es decir, que tendrías un pequeño puñado de asignaturas que se evalúan (inglés, matemáticas, ciencias sociales, ciencias naturales, etc.) y muchas otras relacionadas con alguna de estas. También hay algunas asignaturas obligatorias pero con menor consideración: artes visuales, educación física, música).
En cuanto a la evaluación, el sistema escolar canadiense apuesta claramente por un proceso de evaluación continua. Las notas finales dependen del trabajo diario en clase, los deberes, las exposiciones… Por supuesto, los exámenes parciales o finales también cuentan, pero mucho menos que en España (en torno al 30 %). Se puntúa en un rango alfabético (A-F) o numérico (100-0), y el aprobado está en C o 70.
En Canadá hay en algunos cursos una serie de reválidas para valorar el nivel de los estudiantes en diferentes áreas o facetas. Es probable que esto no te afecte terriblemente (y no es que sean muy difíciles; no es la EvAU), pero puede que tengas que hacer alguno: aquí tienes la lista por provincias y cursos.
Un día en un instituto canadiense
Bueno, a lo que íbamos: ¿cómo es un día normal en el sistema escolar canadiense? Lo primero, llegar al centro: muchos de los chicos mayores van en su propio coche, pero lo más común es utilizar los robustos autobuses escolares para los que la nieve no es un problema.
Una vez en el centro, la gran diferencia respecto a España es que las clases no se organizan por grupos, sino por asignaturas. Así que en cada cambio de clase sales al pasillo, recoges o dejas cosas en tu taquilla y vas a otra aula. Sí, igualito que en la tele.
Aparte de las pausas cortas de los cambios de clase, es muy común que haya una pausa más larga para comer a eso de mediodía: el lunch break. En Canadá es todo un debate el tiempo que debería durar este almuerzo; sea el que sea, a ti te parecerá poco, seguro.
Por la tarde es muy común que, en lugar de ir directamente a casa, los estudiantes se dediquen a algunas de las docenas de cursos extraescolares disponibles. Es una de las facetas que más sorprende a los estudiantes extranjeros: la cantidad y variedad de actividades disponibles.
Si te estás preguntando si aquí también hay baile de fin de curso a la americana… Pues, cómo no, depende de cada provincia y cada distrito escolar, pero más o menos sí que lo hay. No lo llaman prom, sino grad o formal, y no se lo toman tan a pecho como los vecinos del sur.
Para que termines de ambientarte, te dejamos con este vídeo en el que puedes asomarte a un instituto canadiense real desde la perspectiva de una estudiante internacional y hacerte a la idea de que estás estudiando un año de secundaria o un curso de bachillerato en Canadá, ¡de verdad!
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