Riesgo como aprendizaje

Un año escolar en el extranjero y el riesgo como aprendizaje

Seguro que has oído mil veces eso de «quien no arriesga, no gana», y hasta es probable que estés de acuerdo. Entonces, ¿por qué solemos intentar ahorrarle cualquier exposición al riesgo a nuestros hijos? Hoy os hablamos de la experiencia de un año escolar en el extranjero como un excelente entrenamiento para enfrentarlos.

La respuesta automática a la pregunta del párrafo anterior suele ser que «no queremos que les pase nada». Pues mal vamos, porque algo les pasará, seguro; y mejor que sea así, en realidad. Una vida no es sino la suma de las experiencias, y una vida sin experiencias es una vida vacía.

Filosofías aparte hoy vamos a explorar las ventajas del riesgo como ingrediente en la formación de la personalidad, y a enfocar la experiencia de estudiar un año fuera de casa como una de las mejores maneras que tienen nuestros hijos para asomarse al mundo real.

Riesgo no es lo mismo que peligro

Hay que empezar diferenciando entre riesgo y peligro. Y no es fácil porque, aunque hay muchas definiciones del riesgo, casi todas lo asocian al peligro. Digamos que el riesgo es tanto la probabilidad de sufrir un daño como la situación en que se puede sufrir ese daño.

Partimos de la idea de que sobreprotegemos a nuestros hijos; es seguramente una tendencia lógica, pero no por ello beneficiosa para ellos. Nuestro hábito individual y colectivo es apostar por la seguridad pasiva, es decir, minimizar la exposición a situaciones de riesgo. Un clásico: los parques acolchados y el «no te subas ahí, que te puedes caer».

En realidad, dicen los expertos, sería mucho más adecuado entrenar a nuestros hijos en la seguridad activa. Es la única forma de aprender a medir dificultades y capacidades, superar el miedo al desafío, disfrutar con los logros y asumir las consecuencias. Algo del tipo: «¿Que quieres subirte a ese árbol? Suena bien; piensa cómo vas a subirte ahí y lo que puede pasar si te caes».

Para entenderlo bien, vamos a darle la vuelta a la tortilla. ¿Te da miedo lo que pueda pasarle a tu hijo durante un año escolar en el extranjero? Bueno, es normal; pero no por eso vais a dejar de vivir esta experiencia, ¿no? Pues eso.

Seguridad activa

Ventajas del riesgo en la formación de la personalidad

Veamos esto con más detalle. No solo es normal tener miedo ante las situaciones de riesgo (o sea, casi cualquiera aparte de dormir), es bueno: te ayuda a valorar los posibles daños, a tomar decisiones en función de un bien mayor y te pone en alerta para reaccionar. Ese es precisamente el tipo de entrenamiento que afrontar riesgos va a ofrecer a tus hijos.

Enfrentar retos es una querencia natural. Y eso es, además, algo positivo para nosotros: nos entrena en la resolución de problemas y fortalece nuestra autoconfianza y nuestra resiliencia. La forma adecuada de enfrentar los retos no es renunciar a ellos, sino afrontarlos desde lo que se llama «seguridad activa».

La seguridad activa pasa por:

  • Evaluar la situación de forma consciente y con las herramientas adecuadas.
  • Afrontar el riesgo con confianza, flexibilidad/creatividad y atención.
  • Prever y asumir las posibles consecuencias.

Con esta perspectiva, reuniendo información práctica y adecuada, y con una buena selección de consejos para estudiar en el extranjero, verás cómo todo el proceso se enfoca con mucha más facilidad.

Un programa escolar en el extranjero, un entrenamiento vital

Pero nadie está hablando de aprender a nadar tirándose a la piscina de cualquier manera. Hay una amplia gama de «experiencias controladas» que ponen a nuestros hijos en la tesitura de tomar decisiones y actuar en consecuencia sin ser situaciones extremas o peligrosas. Un año escolar en el extranjero es un buen ejemplo de ello.

Aparte de exponerlos a un fructífero intercambio cultural y facilitar un aprendizaje realmente funcional de un idioma tan imprescindible como el inglés, un año escolar en el extranjero ayuda a nuestros hijos a tomar consciencia de la necesidad de planificar a medio y largo plazo, aceptar responsabilidades y gestionar situaciones nuevas o imprevistas. ¡El desenlace es prácticamente siempre muy satisfactorio!

Nuestros programas de estudios en contexto anglófono se han desarrollado a partir de años de experiencia y cuentan con todas las garantías de seguridad en cuanto al entorno de acogida, la calidad de los programas docentes, y las cuestiones burocráticas (visados, convalidaciones y similares). En ese sentido, nos estamos tirando a una piscina que cubre, pero con manguitos y con un monitor siempre al tanto.

Juego

Un amplio abanico de opciones para elegir la idónea

De todas maneras, no todos somos iguales. Aunque los resultados vayan a ser igualmente satisfactorios y enriquecedores, cada cual tiene sus preferencias, sus ritmos y sus necesidades. Con ello en mente, la oferta específica de iEduex es amplia y flexible; seguro que encontrarás la modalidad que mejor se adapta a lo que estás buscando.

En Europa (Reino Unido e Irlanda) o en América (Estados Unidos y Canadá), en una institución pública o privada, en residencia o en familia, durante un trimestre o un curso completo; estas son algunas de las opciones que puedes combinar a tu gusto para confeccionar un programa de estudios a tu medida.

Y recuerda que, para ponértelo un poco más fácil en el aspecto material, ponemos a tu alcance en algunos de nuestros programas (en los que nos es posible hacerlo en función de las condiciones de cada país de destino específico) una potente batería de becas para secundaria en el extranjero.