Secundaria en el extranjero

Secundaria en el extranjero: consejos para los primeros días

Estudiar un año de secundaria en el extranjero es enfrentarse a la vida real con dificultades añadidas. Es un gran reto que te va a llenar los bolsillos de experiencias útiles y entrañables. De momento ya eres más valiente, has salido de tu círculo de confort para poner a prueba tu capacidad de aprendizaje y de adaptación.

Vienes con todo preparado, te alegras de que tu maleta lleve ruedas porque va a tope. Llevas todas las indicaciones pertinentes anotadas, la ilusión en forma de sonrisa perenne por los nervios, pero con una fuerza que te impide perder el paso firme hacia tu nueva vida de estudiante.

Hablaremos del primer encuentro con tu familia anfitriona o a tus compañeros de residencia. Siempre hay unas cosas que hacer nada más llegar, vamos a repasarlas para que los nervios previos se reduzcan dando paso al entusiasmo por empezar esta soñada  estancia de estudios en el extranjero.

¿Preparado para cambiar de entorno?

Antes de emprender el viaje tienes que hacerte a la idea de que va a ser un cambio de, básicamente, todo. Abre tu mente, suelta manías y repite en tu cabeza que estudiar secundaria en el extranjero es algo increíble.

Ya sabes que, al irte a estudiar bachillerato en el extranjero, tu idioma vehicular va a ser otro, por supuesto, pero también puede cambiar el huso horario, la comida, eso segurísimo, y el clima. Si tienes un ojo artístico notarás que también cambia la luz y hasta el aire tiene otro aroma.

El viaje lo tendrás muy controlado, solo asegúrate de que al llegar te estarán esperando para llevarte o con tu familia anfitriona o a tu residencia de estudiantes. Lo primero es soltar maleta y conocer dónde y con quien vivirás y contactar con tu monitor a cargo. ¡Sonríe!

Los primeros encuentros, ¿qué debes hacer?

Bueno, tu llegada es algo nuevo para todos, si vas a pasar tu año de secundaria en el extranjero viviendo en una residencia, encontrarás a muchos otros estudiantes de tu edad en tu mismo estado de emoción y nervios, no temas saludar el primero.

Si has optado por vivir en una familia anfitriona estaría bien que, además de mucha educación, respeto y empatía, llevaras algún detalle para romper un poquito el hielo. Un regalo siempre da pie a una conversación amena. Pero si ya es difícil acertar con los conocidos… ¿Qué puedes llevar?

Lo más diplomático, neutro y amable será algo representativo de tu lugar de origen. Por suerte en España tenemos muchos objetos típicos como los abanicos, los dulces que aguantan perfectamente un viaje como los turrones, algún coleccionable tan famoso como un imán de nevera o un libro turístico. Cuida de que lo que lleves pueda pasar sin  problemas por la aduana.

Bachillerato en el extranjero

Tus primeros pasos, mejor guiados

En algunos sitios hay estudiantes que asisten a los recién llegados, los suelen llamar “buddy” en los intercambios Erasmus, por ejemplo. Si te asignan uno, siempre tendrás un contacto para solventar problemas o resolver dudas, por ejemplo algo de la información sobre las actividades extraescolares que te interesan. Todo está pensado para que tu estancia de secundaria en el extranjero fluya sin problema.

La siguiente parte es la más divertida, conocer el entorno. Pregunta las posibilidades de hacer una excursión por la zona y los lugares más emblemáticos. Si vives en una residencia seguramente todo esté a un paseo andando, si estás en casa de una familia de acogida, tendrás que aprender a usar el transporte público con mayor necesidad. Pregunta e investiga, asegúrate de los horarios y el precio del billete o la posibilidad de hacerte con un bono.

Para tener mejor tarifa y cobertura móvil, ve enseguida a hacerte con una tarjeta de proveedor de telefonía local e informa a todos los interesados del nuevo número ¡y de tus nuevos horarios! En el extranjero todo ocurre mucho más temprano así que organízate bien las conferencias telefónicas. Ahora vives con personas ajenas a la familia, el respeto es primordial y los timbres a deshora no agradan.

Las primeras compras que tienes que hacer al llegar

Como cada vez está más limitada la cantidad de equipaje que podemos llevar en el avión, hay ciertos trucos que debes aplicar o te saldrá carísimo el viaje de ida al destino elegido para tu curso de secundaria en el extranjero. Lleva verdaderamente lo esencial y, una vez en el sitio, compra lo más pesado y voluminoso.

Sabemos de tiendas que no son caras en ningún país de los que vayamos y, el abrigo grande, las botas de agua y el paraguas, por ejemplo, mejor cómpralo al llegar. Si vas a un país frío, como Irlanda o Canadá, ten en cuenta que hay calefacción en todas partes y mejor un buen abrigo que muchas capas de ropa.

Ya que estamos aquí, comprueba si te falta algún tipo de documento escolar o sanitario, o algún otro detallito esencial: por ejemplo, compra también el enchufe adaptador de corriente que puedas necesitar (si no lo has hecho ya), y algún libro ameno en inglés; ¡inmersión idiomática total!

Abre tu mente, pero también tu estómago

Ni que decir tiene que si sufres de alguna intolerancia o alergia debes informar a todo el que tenga que ver con tu dieta. Dicho esto, como en casa no se suele comer en ningún sitio… ¿Nuestro consejo? Tómatelo con filosofía gastronómica y cuando necesites pensar una respuesta acerca del sabor de su delicioso guiso extraño, pide paciencia lingüística para buscar tus palabras, por ejemplo, y mastica.

No está de más localizar los lugares prácticos de las cercanías: las tiendas de alimentación, los puntos de venta de prensa y donde recargar la tarjeta del móvil, los cajeros que menos comisión te cobren por sacar dinero y un centro deportivo si el más cercano no es el de la escuela. Esas cosas.

Lo que sí que no puedes olvidar es llevar tus ganas de comerte el mundo, tu curiosidad con todos los radares encendidos y un macuto donde ir guardando esas vivencias que solo se obtienen saliendo de casa para estudiar en el extranjero. La regla de oro: ¡prueba, prueba, prueba!